lunes, 17 de mayo de 2010

UNO QUE PUEDE SER

Llegar en el mundo de los toros dicen que es un milagro. Por eso afirmar ahora que Antonio Espaliú, de Coria del Río, puede ser se me antoja un atrevimiento que me atrevo a asumir porque el apoderado de este nuevo torero de la provincia sevillana es Miguel Flores, lanzador de Julio Aparicio y Morante de la Puebla. Miguel, torero y poeta, tiene paladar, intuición, buen "bajío", sensibilidad y...misterio. Apostar por un torero de Miguel Flores es mucho menos arriesgado, casi no es milagro si, al final, aciertas. Y pido a Dios, a mi Dios torero, acertar porque tener fe en el arte es supervivir, cosa muy necesaria a la edad que yo tengo. Suelo repetir que el buen aficionado es el que tiene la mente abierta y las caben más toreros en su cabeza. No creo que los buenos aficionados fueran los que no volvieron a los toros tras la muerte de Joselito, la de Manolete o la retirada de Ordóñez. Ni lo son hoy en día los que solo van a los toros cuando torea José Tomás. En estos momentos hay una docena de toreros que me ilusionan: Ponce, El Juli, Morante, Castella, Manzanares, Cayetano, Perera si vuelve por sus fueros, Uceda Leal, Julio Aparicio, Curro Díaz, Ivan Fandiño y, con permiso, Hermoso de Mendoza. Y, desde luego, José Tomás aunque no este de acuerdo con su política elitista. Claro que ha habido toreros de esencias y frascos pequeños y otros que todos los años querían ganar la maratón de la temporada. Claro que hubo matadores que encabezaron las estadísticas como Curro Girón y Espartaco y no fueron superiores en nada al ya citado Antonio Ordóñez o a Curro Romero, pongo por ejemplo de frugalidad estadística. Torear no es actividad stajanovista.

Luego volveré al nuevo torero de Miguel Flores. Antes, con motivo de los 90 años de la muerte de "Joselito" y los 40 de la alternativa de Paco Camino, quiero decir un par de cosas. Hay quienes afirman que la pareja más importante de la Historia de la Tauromaquia fue la formada por Joselito y Belmonte. No estoy de acuerdo. Creo que esta competencia, por culpa de "Bailador" de la Vda. de Ortega y en la plaza de toros de Talavera de la Reina, solo duró siete temporadas frente a la de Lagartijo y Frascuelo que se mantuvo dos décadas y fue fundamental en la evolución del toreo. También he dicho alguna vez que en la tragedia talaverana tuvo la culpa Joselito, al que Corrochano, el predilecto de Andrés Amorós entre la crítica de los toros, calificaba como el más sabio de todos los tiempos: "Yo creía que Joselito era el toreo y lo mató un toro". Un toro burriciego del que se alejó unos pasos para armar la muleta y se lo llevó por delante. Burriciego es el toro que no ve de cerca pero sí en la mayor distancia. Eso es de catón taurino y a José Gómez Ortega, que era rector máximo de la asignatura, se le olvidó en aquel transcendental instante. A Joselito le hacía falta Belmonte y Belmonte se quedó huérfano a la muerte de José. Sus enfrentados partidarios se unieron, olvidaron antiguas rencillas y fundaron la peña de "Los de José y Juan". Ellos y sus panegiristas hicieron más grande una época corta. A la muerte de Frascuelo, don Rafael Molina se fue de Córdoba a Madrid para asistir a su entierro y musitó ante el cadáver de su rival: "No somos nadie, Salvador".

He visto un reportaje en la televisión en recuerdo de los cuarenta años de la alternativa de Paco Camino, el más largo de los toreros. Capote, muleta y espada, mejor por la izquierda que por la derecha. Con la espada, en lo que yo he visto, le ganaba Rafael Ortega porque era más seguro y menos arriesgado. A Camino le hieron en varias ocasiones al entregarse en el volapie, si bien esos graves castigos no le hicieron abdicar de su fama de estoqueador. Un torero completísimo que alternó, sobre todo, con Puerta y El Viti, pero con una lista tan amplia y variada como la de hoy en día. En México, tras Manolete y junto al Niño de la Capea y Enrique Ponce. Y en el ensueño, junto a Cagancho, Gaona, Armillita o Lorenzo Garza. A Zaragoza llegó el jovencísimo Paco y rompió la temporada de novilladas sin caballos. Y en Barcelona y el resto de España. Tengo una foto de Enrique en el patio de cuadrillas de Las Ventas, junto al de Camas, el 4 de junio de 1970. Corrida de Beneficencia. Paco mató siete toros y cortó ocho orejas. En alguna ocasión su paisano Curro le ponía a cavilar: "Déjalo - pensaba para sus adentros -, ya le cogeré mañana". "De Camas a Sevilla hay un camino y con el polvo del camino se está secando el romero". Pero por su tierra el profeta era su paisano. En Madrid, los dos. Recuerdos vivos, gracias a Dios.

Del nuevo torero de Miguel Flores, Antonio Espaliú, dicen que es de Camas. No es cierto, es de Coria del Río, más cerca de Puebla del Río, cuna de José Antonio Morante. Lo que ocurre es que Espaliú, que difícil apellido para ser torero, ha recibido lecciones en la Escuela Taurina de Camas. Y no le busquen parecidos porque el arte no se puede imitar ni aun siendo hermanos los protagonistas: los Bombita, los Gallo, los Bienvenida o los Dominguín. Pepe Bienvenida no recibió ni una sola cornada en su larga carrera y Antonio Bienvenida sufrió muchas y de gravedad y, al final, lo mató una utrera. Pepe murió en la enfermería de la plaza de Lima, pero a causa de un infarto. Enigmas sin descifrar.

Fue el pasado domingo, en la plaza de toros de Zaragoza. Se lidiaban novillos de la ganadería con el poético nombre de "Flor de Jara", antes de "Bucaré", de la división de la de Joaquín Buendía. Puro santacoloma, estampa recortada, poco desarrolladas cabezas, finos de cabos y temperamento fuerte, pelos cárdenos. Fueron más saltillos y mexicanos que santacolomeños. Embistieron con suavidad extrema, excepto el cuarto orto y revolvedor. El quinto derribó en la primera vara y se empleó con bravura y temple. Si el aragonés Miguel Cuartero no hubiera fallado con el descabello puede que hubiera sido premiado con alguna oreja y puede que al novillo se le hubiera dado la vuelta al ruedo. A Cuartero, que ya tenía demostrada su ansia de ser torero después de matar cinco novillos en esta misma plaza a final de la pasada temporada y por cogida de sus compañeros, se le nota mucho su paso por la Fundación El Juli. En Aragón, para ser torero hay que emigrar. Le cortó una oreja al segundo de la tarde y dió la vuelta al ruedo en el quinto. Esaú Fernández, sevillano, tiene buena técnica pero es demasiado alto. Se le ven más los defectos y se acentúa su sosería. Mal con la espada, escuchó dos avisos en el primero de la tarde. Antonio Espaliú fue ovacionado en el tercero y dio la vuelta al ruedo en el sexto. No se parece ni a Camino ni a Morante y puede ser una amalgama de ambos estilos. Torea con una suavidad y un temple que parecen mimo. Mimar a un toro es cosa difícil y mimarlo con arte ya es casi el milagro del que hablaba al principio. Un novillero que viene a Zaragoza amparado por Miguel Flores y ayudado en la lidia por Vicente Yesteras y Domingo Siro ya se puede asegurar que viene para algo importante. Los milagros solo se confirman al cabo del tiempo. Pero a mí me dio la sensación de que Miguel Flores se tocaba a sí mismo las palmas y se arrancaba por poemas de cante hondo.

2 comentarios:

  1. Como se nota tu predilección por Camas, ¿por algo te dieron la escalera del éxito con Paco Camino...?, fue bonita la ceremonia
    Se hecha de menos esas bonitas y sanas rivalidades que hubo en otras épocas, es como el fútbol, es necesaria la rivalidad, siempre bien llevada

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  2. En los años cuarenta del pasado siglo, Don Miguel vivió en Camas y en Sevilla, donde tuvo negocios y donde le picó el gusanillo del toro en toda la médula.Después, Salamanca con el tio-abuelo de Oliva Soto, Salomón Vargas, para desembocar en Madrid, sin olvidar sus raices de Velez Málaga, compartida con Zambrano y Juan Breva. Nos acordamos también Chavalo, Salvador Vega y otros con semilla de D. Miguel.

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